Hace algunos meses alguien me preguntó ¿quién te enseñó a besar así, quién te enseñó a tocar así? La respuesta a aquel cuestionamiento fue una sonrisa, cuyo verdadero significado es el siguiente:
"Nadie me enseñó grandísimo idiota, yo solita aprendí, yo solita gracias a que he andado por la vida repleta de sorpresas, factores, experiencias, desazones, y por supuesto con su manada de individuos que tienen lenguas y labios y que muy dulcemente utilicé para mis experimentos".
Desde el verano no beso a nadie, desde el verano nadie me besa o viceversa, pero sé que cuando ocurra ocupará un lugar en mi memoria, en el archivo de “besos memorables”.
Así será porque así lo he decidido.
"Nadie me enseñó grandísimo idiota, yo solita aprendí, yo solita gracias a que he andado por la vida repleta de sorpresas, factores, experiencias, desazones, y por supuesto con su manada de individuos que tienen lenguas y labios y que muy dulcemente utilicé para mis experimentos".
Desde el verano no beso a nadie, desde el verano nadie me besa o viceversa, pero sé que cuando ocurra ocupará un lugar en mi memoria, en el archivo de “besos memorables”.
Así será porque así lo he decidido.