Cada quien su lucha

Hace como tres años pertenecí a una lucha, a una hermosa lucha que busca hacer valer la palabra. Hace ya mucho tiempo de eso y ahora quisiera volver, reincorporarme a esa lucha y sentirme poderosa, como en aquel entonces. siempre tiendo a entrañar el pasado y ni siquiera me doy cuenta de lo que ocurre en el presente, hace unos días, en un intento por terminar con esa añoranza insensata, me dije a mí misma que hoy estoy mejor que nunca, que este es mi tiempo, mi momento, porque soy más experta, porque mi rostro se va ahora sí maduro. Hoy soñé que esos, mis compas me llamaban, yo asomada desde una azotea los veía llamarme, desde el otro lado de l barda, los veía desde arriba, los miraba y ellos alegres y animados me llamaban. me decían que fuera y no fui.
Saber de esa tierra me provoca tristeza, debo confesarlo, saber de esa gente me mueve la lágrima aún, todavía, después de tres años, porke mi corazón keire volver a verles, mi espíritu kiere volar para allá, allá donde tambipen es sur, pero mi miedo al rechazo, a verme suplantada, rebasada me detienen, sé que no debo ir, unos me dicen incluso que ya para qué voy, que ya no tengo nada que hacer allá...
Hay veces que tengo tantos deseos de estar allá, de verlos otra vez a cada uno de escucharlos dirigirse a mí. pero eso se me hace que ya nunka volverá a pasar.
En uno de aquellos regresos, vi a esa pekeñita ojos negros y le dije ay ya no te volveré a ver, ya no te veré crecer y si alguna ve volvemos a vernos no te vas a acordar de mí y así como le dije a akella pekeñita yo pienso que los demás tmb se habrán olvidado de mí, habrán dejado de pensar en mí hace ya mucho tiempo y seguramente mi escencia ya desapareció de aquella tierra, hermosa y llena de flores, seguro también, ella, la tierra ya no me recuerda.
Y ahora intento, como por recuerdo enfermizo escucharlos, saber de ellos por medio electrónico, como añorando encontrar en ellos algo mío, alguna huella, alguna marca que de cuenta de quer estuve ahí formando parte de sus vidas, de su lucha.
Y como yo ya no pertenezco a esa lucha, como yo ya no formo parte de ellos, ni de su comunidad ni vivo en sus corazones o en sus oraciones, necesito encontrarme una nueva lucha, una muy mía particular, honesta que no llegue a mí porke venía adherida a alguien que me conoció o que no me impongan por intento evangelizador.

Diosisot, cuanto kisiera que mi personalidad fuera diferente, es más kisiera ser alguno de los dos extremos del espectro: frívola o activista y no la mediocre tibia que soy, que he sido siempre. hoy de plano me lastima mucho y status quo actual, hoy de plano no veo motivos para seguirle buscando el modo y eso la vrd me desanima mucho, no creo que se deba a estas ammadas de fin de año, se debe más bien a que todo se me juntó en pocos meses, de debe más bien a que sigo siendo la misma, la msima tonta de la colina.

Soy tu fan

"Porke no es tan fácil encontrar un cómplice en la vida", esas fueron las palabras de Charly en el capítulo final de la serie Soy tu Fan. Yo encoontré a mi cómplice. Él es kien me defiende aunke pueda defenderme yo sola; él aguanta vara cuando me pongo muy triste o muy loka; él baila conmigo aunke no le guste, nadamás porke yo se lo pedí... pero también hace comentarios de mi sobrepeso justo cuando acabamos de hacer el amor o se keda dormido mero cuando yo kiero que me abrace y acaricie mi cabello; también es malo para consolarme cuando estoy llorando y pocas veces chulea mi atuendo, mis zapatos nuevos o esa blusa negra que me compré pensando en que le gustaría y con la cual dice parezco señora; incluso se olvida fácilmente de las cartas, recaditos o videos que le hago en su cumpleaños o simplemente porke lo extrañaba, las agradece pero no vuelve a recordarlas hasta que se las encuentra por casualidad y sabe que aún no las ha perdido o tirado.
Sin embargo, sus formas de demostrarme que me ama son más pragmáticas, por ejemplo: se encarga del abasto alimenticio cuando a mi se me acabó el varo; me presta su ekipo para que chambeé y sake una lana extra; me prepara hot cakes; me compra 2 kilos de plátano macho y me los prepara fritos con harta lechera, mermelada y un chingo de crema porke tuve un antojo, además se disculpa por no haber conseguido las chispas de chocolate. Se hace el gracioso cuando sabe que lo observo; me da masaje en los pies cuando sabe que estoy muy cansada y me deja dormir hasta tarde cuando estoy en plan de echar la weva.
Quisiera que mi cómplice fuese a veces más cariñosito, que acariciara mi espalda, que cuando me recargo en su pecho acariciara mi cabello, mi cuello, mis hombros y luego frotara dulcemente mis nalgas (de hecho pocas veces toca mis nalgas y mis piernas, será acaso porke es lo más feo de mi cuerpo), kisiera que mi cómplice sintiera que trae de la mano a una viejota y que me viera tan atractiva como todo akel al que le gusto; que hablara más seguido de que soy guapa, de cuánto le gusto, de cómo me desea, de lo bonitos que son mis senos, mi cintura, la suvidad de mis piernas recién depiladas, de lo carnoso y ricos que son mis labios, de lo bien cogido que lo dejo. Quisiera que esos sus ojitos de botón se me kedaran viendo embobados como cuando ven a una buenona en pantalón ajustado y tacones caminar por la calle.
Sí, es muy difícil encontrar a un cómplice en la vida y aunke ya lo encontré y lo tengo caminando junto a mí, no puedo decir que mi vida en pareja sea espléndida, por ejemplo, me molesta enormemente que digan que es mi esposo o que soy su esposa, me enoja que su padre me presente como su nuera o como la prometida de su hijo NOOOOO!, soy sólo su novia, él es mi pareja, somos novios y nOOOOOO, repito Y SUBRAYO CONTUNDENTEMENTE NOOOOOO, NOOOOOOO, NOOOOOOOOOOOOO SOMOS ESPOSOS!!!!!!!!!!.

Psicológo

Mañana como a eso de las 8am será mi primera sesión de terapia psicológica, un psikiatra me canalizó pa llá después de un largo interrogatorio. Al parecer no estoy tan mal, creí que necesitaba medicamentos pero sólo me van a "terapiar". Llevaré blusa blanca, zapatillas rojas y pantalón de mezclilla oscura, esta vez no usaré sombrero.
Ese documental "Y tú qué sabes?" me ha conmovido, me hizo incluso intercambiar esas teorías con mi sikiatra (uno de los mejores en el hospital, especialista en autismo) y él dice que no cree que seamos adictos a los químicos generados por el cerebro a partir de nuestras emociones; sin embargo sus argumentos no fueron convincentes y me quedo con el sí, definitavemente somos adictos. Quisiera que me fotografiaran el cerebro, que lo radiografiaran, lo cartografiaran y me dieran la receta para deshacerme de estos miedos y prejuicios absurdos; quisiera entender en lo absoluto que brillo entre la gente como alguien por ahí me lo hizo saber algunas veces.
Quiero, amables lectores, ponerlos al tanto de mi vida, quiero contarles de los caminos que he recorrido,los labios que he besado, de las veces que he palidecido, pero sobre todo de cuando me pongo chinita cada vez que mi hombre me hace el amor. Empezaré por deciros que me ha cambiado el rostro, antes más redondo, cual luna llena; hoy afilado y duro. Los ojos, ahora más grandes y la piel ahora más tostada dan cuenta de una nueva yo, de una nueva yo viviendo en pareja.
Uno gobernado por los gemelos astrales es mi compañero, uno delgado con ojos de botón es quien camino al lado mío, él, inaudito casi espejismo, me acaricia todas las noches mientras nos disponemos a dormir en un colchón de 4 mil pesos acomodado en el suelo. Él, experto en comida poblana, me cocina coliflor con crema, elote, chile poblano y pechuga, y a mí me gusta, incluso aunque la coliflor sea inapetecible en otros platos. Él, mi hombre, se convierte en niño cuando pongo su cabeza entre mis piernas y lo cobijo con la cara interna de mis muslos y lo acaricio del cabello, las mejillas, y más tarde veo cómo se desvanece el niño para dar paso al hombre erecto y humedecido. Así somos, impredecibles, pero así comos somos nos entendemos y hasta nos hacemos falta, antes creía que eso de la pareja ideal ocurría únicamente en las pelis rosas, ahora veo que en efecto, sólo ocurren en las novelas rosas pero todos los amores de la vida real empiezan a sí rosas y se mantienen de ese modo por un rato hasta que la costumbre o los problemas del cotidianos acaban con el encanto.
En otro momento continuaremos este relato, porque debo descansar los ojos para que mañana no me cierren a lo largo de todo el día.

Milai, sobreexpuesta.

Mis padres.

Que va a necesitar oxígeno y un aparato, la enfermera le dijo que si estaba grave, del 1 al 10 él tiene 11 o más de gravedad. Está de buen ánimo, sonriente y gracioso. Ayer, mientras lo acompañábamos a su examen del sueño, lo miré de otra manera, con la luz de las 5 de la tarde, en la calle, sin el respaldo de su imperio, su casa y sus súbditos. Está muy canoso, su negro cabello, quebrado y delgado empieza a tornarse blanco y la vista, aunque aún jovial se le va avenjentando.

Mi madre, del otro lado, sube las escaleras trabajosamente, cojea y se impulsa con el pasamanos, no puede leer las letras chikitas de los libros en el camión en movimiento y hace mucho que no se maquilla para una fiesta.

Yo me veo muy vieja, a veces me dicen señora o doña, me da coraje pero no tengo los wevos para contestarles: "no soy señora pendejo". Tengo sexo cuando quiero, de las formas más alocadas, con mi Riki, por supuesto, sin que nadie me censure o me regañe, duermo con él sin importarme que al día siguiente el glamour se haya convertido en calabaza. Me ha visto sucia, fodonga y aún así dice que me ama. "¡Ay en la fodonguez te ves bien bonita, se te saltan más las chapas!", eso si es amor y no jaladas. "¿Te lavo tu vestido blanco? Voy a tender la ropa. Te preparé la comida chapis".

Lo amo y de cierta forma veo en nuestra relación resquicios de la relación de mis padres, sólo que con el ímpetu contemporáneo de dos profesionistas que intentan (sin lograrlo a veces) superar los prejuicios machistas con que crecieron nuestros progenitores.

Ver a mis padres tan maduros, vivos y felices después de todo lo que han pasado, después de tanto dolor, tanta desesperación, incertidumbre, pobreza, me hacen sentime felíz de haber encontrado un compañero como mi Riki.

Si esto perdura, así lo quiero y para ello estamos trabajando, quiero que cuando lleguemos a la edad que tienen mis padres, nos sintamos felices y nos extrañemos mutuamente así como ellos se extrañan, que nos pase así como cuando mi papito le llama a mi mamá para ver a qué hora regresa de ahí donde se fue o cuando mi mamá se asoma por la ventana de su cuarto en espera de que llegue él y duerman y despierten juntos y así, aún en la cama, platiken de nostros, sus hijos, de lo que hacemos y de lo que no hemos hecho, que hablen de las reparaciones de su casa que nuca se acaban y de a dónde se van a ir a desyunar al rato.

Amo a mis padres y por eso me voi por un año, para hacer las cosas bien y demostrarles que al menos por mí ya no tienen que preocuparse, que hicieron un buen trabajo y que ahora su esfuerzo está dando frutos.

Por haber nacido en esta familia he sido mil veces bendecida.

Milagroso 2010

Pensar en el pasado, llamarlo con el recuerdo hecho relato o lágrima o suspiro es tarea insensata y pobre, más recurrente de lo que se deseara y más inoportuna conforme avanzan los años. Sin embargo, hoy pensar en el pasado no me parece tan malo pues reafirma el infinitivo más conciso que ha permeado mi existencia: vivir.
Vivir no de oídas sino de andadas, con el instinto de aquel animal primigenio que soy, que he sido, vivir sujetándome a la vida con todos mis dientes y con las contracciones de orgasmos extravagantes cuyos fluídos bendicen la tierra de arriba para abajo.
Vivir o amar, que a final de cuentas es sinónimo, me ha hecho dueña del disfrute; pues he amado intensamente a cada uno de mis hombres, todos a su debido tiempo, me he entregado con todo lo que tengo y he caido al vacío con la venda del amor cerrándome los ojos, para al final ser más experta, deshacerme poco a poco de los miedos y aspirar a todo aquello aún no probado por mis sentidos.
La ruta que he trazado en mi camino, en la palma de mi mano, cuya línea de la vida tiene cada vez más longitud, hacen que me sienta orgullosa de los logros que hasta ahora son evidentes. Uno de ellos es mi pareja, que condensa en toda su persona aquello que alguna vez vi sólo en mis sueños más "guajiros", él es mi cómplice en muchos aspectos de mi vida y mi más férreo enemigo, es mi recompensa pero también mi talón de aquiles, es un cúmulo de virtudes pero al mismo tiempo el más imperfecto de los hombres, es en sí mi espejo convexo que dice sólo la verdad.
Ni el poeta más cursi se hubiera imaginado que esta mujer ambivalente llegaría al año 2010 sin ser corrompida, con el amor desbordándole en el pecho y con la desfloración del alumno que se hizo maestro. Como dirían por ahí: "confieso que he vivido" pues y que seguiré haciéndolo por muchos año más, mientras la muerte no me localice.