Re-Generando.

Parece como si el corazón se dividiera en dos núcleos:
uno que tiende hacia el sur
y el otro que camina hacia el centro.
Son dos fragmentos de un todo
que se bifurca en alguna parte del camino.
Son las reminicencias del pasado
y la construcción del presente.

El primero es muy frágil, tanto como la membrana de mi himen;
al segundo lo fortalezco con las contracciones de mi orgasmo.
El primero fue superficial... y breve,
el segundo se queda adherido a mi piel por varios días.
El primero fue el reflejo de un espejismo
y el segundo es el placer de lo tangible.

Uno fue, el otro es;
uno era, el otro está.
Por eso, porque el corazón
es un tejido regenerable,
puedo afirmar que no está dividido
sino que se escuentra regenerando
ese pedacito que alguien le arrancó haría cosa de un año.