Coplas populares (Un corrido moreno).

Eran dos vidas distantes
cruzadas una noche de abril.
Eran dos almas serenas
enamorándose en una abrazo febril.

Eran él y era ella,
era la sierra y la urbanidad,
eran los veinte años encima,
era Oaxaca ciudad capital.

Las calles fueron testigos,
la Luna alcagüetió,
la Soledad les dió cobijo,
y El Pochote los arrastró.

Se metieron a los arquitos,
la guarida del amor,
y ahí se dieron piquitos
sin ninguna restricción.

El tiempo ya no importó
pues la pasión se hizo presente.
A los siete días se habló
de vivir juntos pa´siempre.

Pero la realidad era otra,
ambos tenían compromiso:
él con esposa grandota
y ella con carrera y sin hijos.

La calentura había pasado
y como buenos amigos quedaron
porque les dió miedo romper
con lo ya fundamentado.

Se han visto de vez en cuando
y el gusto no ha terminado
pero sus vidas han vuelto
al ajetreo cotidiano.

Tan tan.

1 comentario:

Geisha dijo...

Ejele, ejele, ejele, yo conozco perfectamente esos lugares, je, je, y por lo mismo que los arquitos se prestan para echar pasión, ya cierran el pochote en la noche, aaayy, ¡qué tragedia!
Esa historia se me hizo muy conocida, ay mana, ay mana, creo que por eso me caes bien.
Saludo