Conozco a una mujer de mirada extraña: sus ojos reflejan ternura e inocencia, pero al mismo tiempo son agresivos y desconfiados. La gente intermitente y presurosa que llega a su vida, sólo se queda con su belleza exterior pero no alcanza a percibir la exuberante complejidad de esta mujer; sin embargo, quienes permanecemos cerca de ella, podemos ver revelarse frente a nuestros ojos una mujer fuerte, graciosa, cariñosa, gritona, etcétera que irradia vida y honestidad y que no se encuentra con mucha frecuencia.
Ojalá que los argentinos no padezcan ceguera crónica.
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2 comentarios:
Hola!
Buen trabajo.
Gracis y buen fin de semana
Hola Milagrosa...!
aqui pasandola a saludar en pleno domingo..!
Diana
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