Me compañaba la Luna.

Me acompañaba la Luna, esa sólo me deja cuando hay noche nublada, se duerme un ratito para dejar que las nubes le den de comer a los ríos y de beber a la tierra, pero esa noche ´staba bien clarito el cielo y aquella toda redonda nomás veía pa´bajo. Mientras estuve adentro, se quedó quieta alumbrando el jardín y cuando salí, empezó a caminar conmigo chifle y chifle su tonada de grillos. Así es ella, le gusta cantar a soplidos.

La aluminada y la canción me apaciguaban el llanto, pero cuando la sonza le caminó atrás de unos cerros dejándome en penumbra y sin música, que se me empiezan a chorriar los ojos. Por más que me restregaba el agua con las manos, seguía sale y sale, y sentía cómo el cogote se me abría y se me cerraba.

No es malo llorar, pero cuando el dolor es tan grande como el que yo traiba en esos momentos, se corre el peligro de hacerse todo lágrimas. No me hice lágrimas, aunque debía haberme pasado, porque la Luna regresó, se volvió a ir, regresó otra vez y yo seguía chillando sin poder parar. Ya sin fuerzas para seguir caminando, me senté a un lado del camino a esperar que me llegara el consuelo, aunque fuera nomás esa noche… Y llegó. Diospadre me lo mandó y pude levantarme, ya seca de los ojos, agarrar rumbo pa´mi casa.

No me había fijado que las calles del pueblo se asilencian cuando uno´stá triste. Ha de ser que ellas se ponen serias pa´ mostrar respeto a los dolientes o a lo mejor es que uno cierra las orejas y todos los hoyos del cuerpo pa´ no dejar entrar a su alma más tristezas.

Llegué a mi casita, y mero en la entrada, voltié para el cielo a despedirme de la Luna que empezaba a taparse con vapor de nube. Somos como primas, nomás que ella es güera y yo tengo la piel besada por el Sol. Nos despedimos a miradas y entré a mi casa, que ´staba más oscura que otras noches.

1 comentario:

ixBa'' dijo...

"No me había fijado que las calles del pueblo se asilencian cuando uno´stá triste. Ha de ser que ellas se ponen serias pa´ mostrar respeto a los dolientes o a lo mejor es que uno cierra las orejas y todos los hoyos del cuerpo pa´ no dejar entrar a su alma más tristezas."

a que bien se scucha mi milagrosita chula.

Alejandro Zamora [ixba]