Remembranza Milagrosa

Nació con ojos chicos, como para darle qué hacer a la evolución de las especies. Nació con oídos cerrados y no conoció sonidos hasta los 21 días de nacida. Nació corta de estatura para evitar que los aviones de vuelo bajo le cortaran la cabeza. Nació con la boca roja, parecía como si tuviera mucha sangre contenida esperando ser vaciada. Nació una primavera cuando el Sol apenas estiraba sus brillos matutinos.

Nació muchos años después de que inventaron el mundo, y por eso, porque ya había perdido mucho tiempo, nació a los siete meses de gestación. No importaba si su piel no estaba lo suficientemente madura (se le veían las venas de todo el cuerpo) y mucho menos si no existían calcetines para sus diminutos pies, salió a conocer el alboroto, salió a formar parte de él, salió para hacerse ella misma alboroto. Salió de la humedad tibia de su madre hace ya un cuarto de siglo y desde entonces, han pasado cosas varias que la han distanciado de aquellos primeros días en que los sentidos y la vida se conocen.

Huelga decir que no haremos un algoritmo de su recorrido. Que basten los acentos en lo importante para este intento de remembranza milagrosa, aunque lo importante parezca accesorio al de la derecha o irrelevante al de la izquierda. Que se presenten como palabras las criaturas que le dieron forma y que se haga pública la razón por la cual su espíritu de viento se hizo tornado (un tornado en cuya boca se encuentra ella, Kjirin), de esos bravíos que se divierten destruyéndolo todo y a los que después se les revela el caos y los atormenta la culpa.

A propósito de la celebración y de la agenda de Caza de letras.

1 comentario:

Viriz dijo...

Muy buena descripcion de lo que es nacer para renacer a cada año que pase.

Felicidades por tu cumple, este y muchos mas y que por cada uno que pase nos sigamos leyendo igual.

besos y abrazos fuertes"!