ABRIL 2013

No hay barullo. No hay pasiones. Hay; sin embargo, un letargo ficticio, aprendido; reproducido por los constantes oleajes de mi cerebro y de mi corazón. Hay miradas de reojo, suposiciones, análisis exacerbado del todo y de sus partes, un análisis que raya en lo enfermizo. Hay soledad/egoísmo/perversión (literal, en ese orden). No sé cómo pasó. En qué momento decidí hacerme invisible y prescindir de lo humano sólo para añorarlo desde un rincón protegido bajo techo. Para ver pasar la belleza y admirarla y suspirar y compararlo con mi realidad un poco gris, sin colores ni matices. Me urge la expresión pero no puedo sacarla, se queda atascada antes de ver la luz. Me urge sostener la mirada y dejar de hacerme la interesante. Back to black...

No hay comentarios: